Protestas en Cisjordania a un mes del asesinato de Nizar Banat: ¿estamos en medio de una "primavera" palestina?

*Por Pablo Jaruf

La mañana del 24 de junio, fuerzas de seguridad de la Autoridad Nacional de Palestina irrumpieron en la casa de Nizar Banat, a quien se llevaron arrestado. Pocas horas después, las autoridades anunciaron su muerte. De forma inmediata, tanto sus familiares como sus vecinos salieron a manifestar en las calles de Hebrón, acusando de que había sido torturado y asesinado, levantando así una ola de protestas en distintas ciudades de Cisjordania, las cuales fueron reprimidas por la policía y las milicias de al-Fatah.

Protestas en Hebrón tras la muerte de Nizar Banat (foto: Amnistía Internacional)

Vale la pena destacar que este hecho sucedió apenas un mes después del alto al fuego entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, enfrentamiento bélico que representó el pico máximo de tensiones y de conflictos que venían de semanas previas en Jerusalén Este y que luego se habían trasladado a ciudades israelíes, como por ejemplo Lod. Desde hace varios meses, entonces, vemos que la población palestina, tanto dentro como fuera de Israel, se está manifestando de manera casi permanente contra las distintas autoridades. En el caso específico de Cisjordania, piden la renuncia de Mahmud Abás, quien está en el poder desde hace 16 años y que hace unos meses atrás suspendió las elecciones programadas para este 2021. Aquí, como en otras partes del mundo, la población pide libertad y respeto por los derechos humanos. A diez años de la Primavera Árabe, y con la multiplicación de protestas populares en distintas partes del globo, nos preguntamos ¿acaso estamos en medio una "primavera" palestina, pero que se encuentra tapada por la centralidad que los medios otorgan al conflicto con Israel?

Nizar Banat era un reconocido activista político de 42 años que, a través de las redes sociales, denunciaba la corrupción, tanto del gobierno de la Autoridad Nacional de Palestina, como de la oposición, actitud que le había llevado varias veces a la cárcel. A comienzos de este año se había presentado como candidato a las elecciones de mayo, que finalmente fueron suspendidas. El pasado 24 de junio, luego de un nuevo brutal arresto, que incluyó golpes y gas pimienta, perdió la vida en una situación sospechosa, cuando estaba bajo custodia de la policía. Su muerte dejó viuda a su esposa y huérfanos a sus cuatro hijos, incluido una bebé de un mes. Sus allegados no lo dudaron, acusando inmediatamente a las autoridades de haberlo torturado y asesinado. Las sospechas fueron confirmadas por el propio gobierno, quien una semana después detuvo a un total de catorce miembros de las fuerzas de seguridad, incluidos oficiales militares. Incluso, el propio ministro de justicia aceptó que la muerte de Banat "no fue natural". Hoy en día, la investigación sigue en curso.

Familia de Nizar Banat (foto: resumenlatinoamericano.org)

Esta muerte sucede en un contexto de fuertes críticas al gobierno de Mahmud Abás, al cual no solo acusan de corrupción, sino también de colaborar con el gobierno israelí. Por ejemplo, es sugerente que el arresto de Banat sucediera en un área C, es decir, bajo control militar del Estado de Israel. En efecto, varios analistas coinciden que la suspensión de las elecciones fueron vistas con buenos ojos por parte de los autoridades israelíes, pues de esta manera se aseguraban la continuidad de una fuerza de diálogo que podía contener las protestas palestinas tanto dentro como fuera de Cisjordania. De todas maneras, esta presunción se ha visto pulverizada en las calles, donde la gente, como dijimos, salió a protestar tanto contra las autoridades israelíes como contra las palestinas. El cambio de gobierno en Israel tampoco anuncia buenas noticias, pues si bien la nueva coalición incluye la lista árabe, los demás aliados representan los intereses de los colonos israelíes en Cisjordania, punto de discordia principal en todos los acuerdos de paz.

Como se ve, es evidente que, tanto de un lado como del otro, la población palestina se encuentra lidiando con dirigentes que, en su gran mayoría, no representan sus intereses, lo que tiene como resultado consolidar aún más la posición de Hamás, a pesar de que su metodología más eficiente parece ser exponer la de exponer gente inocente a los misiles de Israel. Por esta razón, muchos activistas buscan directamente el apoyo de organismos internacionales -como el caso de Nizar Banat- lo que sirvió para acelerar la firma del alto al fuego con Hamás hace casi dos meses. De todas formas, en el plano internacional se libra otra batalla, la comunicacional, donde quienes apoyan a los palestinos son permanentemente atacados por los medios pro-israelíes, dando lugar a una polarización donde priman los discursos maniqueos en lugar de un diálogo sincero para avanzar en una paz definitiva.

Miles de personas acudieron al funeral de Nizar Banat (Abdalrahman Alami/APA Images via / DPA)

Mientras tanto, la población de Cisjordania sigue sufriendo, por un lado, la ocupación israelí de sus territorios y, por el otro, la represión de las fuerzas de seguridad palestinas. Pero esta situación parece haber llegado a su límite a comienzos de este año, donde es evidente que la gente, a pesar del quietismo de sus dirigentes, salió a la calle por sus propios medios, exponiendo su vida para defender sus derechos. Esta actitud, como dijimos en una nota anterior, tomó por sorpresa tanto al gobierno de Netanyahu como el de Abás, quienes se vieron arrastrados por un movimiento popular que ellos no habían previsto. En el caso de Netanyahu, estos eventos condujeron a su caída después de 12 años de gobierno ¿Sucederá la mismo con Abás? Difícil saberlo. Lo que si podemos entrever es que este tipo de movilizaciones, como otras "primaveras", son seguidas de un rápido "otoño", donde los sectores más radicalizados, pero mejor organizados, aprovechan para imponer sus propios intereses por sobre el conjunto de la sociedad. Esperamos que en esta oportunidad suceda lo contrario y finalmente los palestinos recuperen su libertad.

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