*Por Pablo Jaruf.
Este fin de semana terminaron los Juegos Olímpicos en Tokyo. Sin dudas, quedarán en la historia como uno de los Juegos más "raros", no solo por la ausencia de público debido a las restricciones por la pandemia de Covid-19, sino también por la seguidilla de escándalos en la que estuvo envuelta la organización, además de las protestas en contra de su realización por parte de los mismos japoneses, principalmente de los habitantes de la ciudad capital. No obstante, en esta nota vamos a concentrarnos en la actuación de los deportistas, los protagonistas de este evento, para conocer cómo les fue a los países asiáticos y comparar con su desempeño histórico.
Ante todo, es necesario destacar la actuación de la delegación china, que estuvo a punto de quedar primera en el medallero, posición que perdió el último día a manos de la delegación norteamericana. China vuelve a ser el país asiático con más medallas en su haber, con 38 de oro (solo una menos que EE. UU.), 32 de plata y 18 de bronce. Consolida así su posición como tercer país en el medallero histórico. En una nota anterior resaltamos estos números, pues hay que considerar que, a diferencia de otros países, China comenzó su participación en este evento recién en la década de los ochenta, logrando su primera medalla en 1984, por lo que podemos decir que es el país con mayor crecimiento deportivo en los últimos tiempos. Como dijimos, este año estuvo a punto de arrebatar el primer puesto a los norteamericanos, lo que solo había logrado en los Juegos de Beijing 2008.
Sobre los deportistas chinos, tuvo lugar un escándalo cuando las ciclistas Zhong Tianshi y Bao Shanju subieron al podio para recibir el oro, luciendo en su pecho insignias de Mao Zedong. Como la Carta Olímpica impide cualquier muestra de apoyo o de crítica política por parte de los deportistas, el Comité Olímpico Internacional debió entonces exigir una explicación a la delegación de la República Popular. Tras este hecho, el Comité Olímpico Chino afirmó que ese gesto no se volverá a repetir, adelantado que presentará un informe por escrito sobre lo ocurrido.
Otro problema es cómo contabilizar exactamente las medallas que obtuvieron los chinos. Por un lado, Hong Kong participó con delegación propia, logrando 6 medallas (1 de oro, 2 de plata y 3 de oro). Por otro lado, Taiwán también participó, pero como China Taipéi, alzándose con un total de 12 de medallas (2 de oro, 4 de plata y 6 de bronce). Una escena singular se vivió en la final de dobles masculinos de bádminton, donde los atletas de la República Popular perdieron ante Taiwán, quienes tuvieron que pedir disculpas, aunque esto no les evitó ser atacados en las redes sociales por sus compatriotas.
Los locales también tuvieron una actuación histórica, ubicándose terceros en el medallero, por encima de potencias como Reino Unido y el Comité Olímpico Ruso. En su haber, acumularon 27 medallas de oro, 14 de plata y 17 de bronce. Se trata de una actuación sin precedentes para la delegación japonesa, pues batió sus récords tanto en medallas de oro como en cantidades totales. Sin dudas, es un merecido premio para el Comité de este país, que había presentado un total 582 atletas para la competencia, otra cifra sin parangones en su historia. Entre las categorías donde se alzaron con el oro figuran: béisbol, lucha libre, boxeo, gimnasia artística, karate, judo, entre otras. Vemos así, también, la consolidación en la posición de Japón como segundo país asiático en el medallero olímpico, detrás de China.
Como señalamos en una nota anterior, el tercer país asiático en el medallero histórico es Corea del Sur, posición que volvió a repetirse en estos Juegos, obteniendo 6 medallas de oro, 4 de plata y 10 de bronce. Otro país con una actuación destacada fue Irán, que en esta oportunidad quedó como cuarto en relación al continente asiático, con 7 medallas, 3 de ellas de oro. El caso de Turquía, por su parte, resulta particular, pues si bien logró 13 medallas, solo 2 de ellas fueron de oro y 2 de plata, por lo que quedó detrás tanto de Irán, como así también de Uzbekistán (3 oros) y Georgia (2 oros y 5 platas). Los demás países asiáticos que logaron una o dos medallas de oro fueron: Israel (2), Qatar (2), India (1), Filipinas (1), Indonesia (1) y Tailandia (1).
Un país que quedó por debajo de sus actuaciones históricos fue Kazajistán, que si bien es el 4º asiático en el medallero histórico, esta vez quedó en el puesto 83º. Si bien acumuló 8 medallas de bronce, no pudo obtener ninguna de plata ni de oro. Por su parte, un país que todavía no despega es India. A pesar de ser el segundo país más poblado del mundo, se encuentra muy lejos de los primeros puestos, ubicándose 48º en el medallero histórico, con solo 9 medallas de oro. Pero esta misma situación se replica en otros países de Asia del Sur, como Pakistán, que solo tiene 3 medallas de oro, y Bangladesh, que no cuenta con ni siquiera una de bronce. ¿A qué se deberá esta pobre actuación deportiva?
Volviendo a la India, cabe señalar que, a pesar de lo anterior, se trata de uno de los países asiáticos con más premios Nobel (10 en total), por detrás de Japón (27 premios) y de Israel (12 premios). Incluso, entre Pakistán y Bangladesh suman tres premios Nobel. Ahora bien, China, la gran potencia deportiva de los últimos años, no ha obtenido nunca un premio Nobel, a diferencia de Taiwán y de Hong Kong, que cuentan con uno cada uno. Cabe preguntarse entonces ¿acaso, mientras que las potencias occidentales, como EE. UU. y Reino Unido, se destacan tanto en lo deportivo como en lo científico, en los países asiáticos existe una bifurcación, donde algunos se destacan en lo deportivo mientras que otros en lo científico? Japón parece ser una excepción, aunque quizás esto responda a su fuerte occidentalización Se trata de una incógnita que analizaremos en una próxima nota de nuestro blog.
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