Buenas noticias para Palestina (febrero 2021): vacunas, elecciones y apoyo de la Corte Penal Internacional
*Por Pablo Jaruf
De manera afortunada, el mes de febrero trae buenas noticias para Palestina. No sólo se adelanta el plan de vacunación contra el Covid-19 y se confirman las elecciones para este año, sino que también se suma el anuncio de la Corte Penal Internacional sobre el inicio de investigaciones acerca de crímenes de guerra cometidos por Israel en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, desde 1967 en adelante. Sea cual sea el resultado de todas estas iniciativas, no caben dudas que significarán una mejora en la salud, la política y el reconocimiento internacional del Estado de Palestina.
Si bien hace varias semanas que Israel es felicitado y tomado como ejemplo mundial por el éxito de su plan de vacunación, también es cierto que ha sido fuertemente criticado por haber excluido del mismo a los palestinos que habitan en los territorios de Cisjordania y de la Franja de Gaza. En un primer momento, las autoridades habían planteado que no era su responsabilidad, sino de la Autoridad Palestina. Pero, como explica Human Rights Watch, al tratarse de territorios ocupados militarmente, Israel está obligado a hacerse cargo de este tipo de cuestiones sanitarias, tal como dicta la Cuarta Convención de Génova. Aún aceptando el planteo israelí, llama la atención que hayan incluido en su plan a los habitantes de los asentamientos ilegales en Cisjordania, ignorando una vez más al gobierno palestino. A lo anterior se suma el escándalo que implica no vacunar a los presos palestinos en las cárceles israelíes. Con razón, varios analistas e intelectuales no dudaron en clasificar esta política como un verdadero apartheid.
Sucede que, a pesar de los esfuerzos internacionales, el estatus de los territorios palestinos no termina de quedar del todo claro. Por un lado, se le reconoce a la Autoridad Palestina la administración directa de algunas ciudades y pueblos en Cisjordania, pero, por el otro, dicha responsabilidad queda a cargo de Israel. A su vez, como todo el mundo sabe, para poder entrar a este territorio es necesario el permiso israelí. En el mapa que compartimos a continuación puede observarse con claridad la compleja geografía política de esta región. Por su parte, la Franja de Gaza, como explicamos en una nota anterior, está gobernada por el partido islámico Hamás, distanciado de la Autoridad Palestina, y se encuentra bloqueada por Israel y por Egipto, tanto por tierra como por mar.
A los problemas políticos y económicos se suman, claro está, los de salud. En un principio, las autoridades palestinas firmaron un convenio con AstraZeneca para recibir dos millones de dosis a comienzos de marzo. Pero, debido a la urgencia de la situación, el Ministerio de Salud aceleró la aprobación de la vacuna Sputnik V. La primera partida, de 10 mil dosis -un regalo personal de Putin- arribó la primera semana de febrero. El resto de las dosis de Sputnik V, unas 50 mil, se estima que arriben en la segunda mitad de este mes. Mientras tanto, Israel, apremiado por las críticas internacionales, se comprometió a enviar más de 4,5 millones de vacunas para Cisjordania, aunque ninguna para la Franja de Gaza, aduciendo que no va a colaborar con terroristas. En este contexto, cabe también destacar la actitud del gobierno español, que prometió enviar parte de las vacunas que reciba su país a Palestina.
La gestión de esta compleja tarea seguramente desempeñará un rol central en las elecciones, programadas a lo largo de todo este año. Sucede que desde 2006 no hay elecciones en este país, lo que sin dudas deterioró de manera importante la práctica ciudadana de sus habitantes. Una de las razones principales de este retraso fue el desencuentro entre al-Fatah, el partido que consiguió más votos en Cisjordania, y Hamás, quien ganó en la Franja de Gaza, pero cuyo triunfo no fue reconocido por sus pares, lo que en la práctica llevó a una separación de facto entre las dos regiones. De esta manera, lo que debía servir para consolidar a la incipiente Autoridad Palestina, terminó significando la fragmentación y el debilitamiento interno.
Pasaron las años y las circunstancias cambiaron. El gobierno de al-Fatah ha perdido mucho prestigio internacional y el triunfo de Joe Biden en Estados Unidos representa una esperanza para poder recuperar Jerusalén Este, reconocida como parte de la capital israelí indivisa por la administración norteamericana anterior. Por su parte, en la Franja de Gaza, el gobierno de Hamás se ha vuelto cada vez más autoritario, razón por la cual algunos no dudan en considerarlo como una verdadera dictadura. Por dichas razones, varios descreen en la transparencia de estos futuros comicios. Jordania y Egipto ya están llevando adelante reuniones, pues serán los principales supervisores, a la vez que se está invitando a la Unión Europea para que se desempeñe como observador. Por lo pronto, está programado que las elecciones legislativas comiencen el 22 de mayo y las presidenciales el 31 de julio.
En este contexto, hace unos días que la Corte Penal Internacional anunció que cuenta con autoridad para investigar y juzgar posibles crímenes de guerra cometidos en los territorios ocupados por Israel desde la Guerra de los Seis Días (1967) en adelante. En el caso de que se avance en esta dirección, significará un fuerte reconocimiento para los reclamos palestinos, pues hace décadas que vienen exigiendo que autoridades internacionales investiguen el comportamiento del ejército israelí. El gobierno de Netanyahu respondió rápidamente, tildando a esta decisión como antisemita y acusando directamente a la abogada gambiana quien presentó los reclamos: Fatou Bensauda. Estados Unidos también rechazó esta decisión, aduciendo que la Corte no tiene jurisdicción sobre Estados que no son miembros de dicha organización, como es el caso de Israel, a lo que el tribunal contestó que como Palestina si es miembro, entonces cuenta con jurisdicción suficiente. Claro, lo que sucede es que ni Israel ni Estados Unidos reconocen a Palestina como un verdadero Estado.
Como dice el lema: "si no has hecho nada malo, no tienes nada que esconder". La negativa israelí, por lo tanto, despierta sospechas de que realmente están ocultando muchas cosas. Pero, a su vez, es harto conocido que este argumento ha sido utilizado para implantar sistemas de control que vulneran los derechos individuales y, en el caso de los Estados, su soberanía nacional. No obstante, la particularidad del caso de Israel es que este mismo lema es el que ha sido utilizado para justificar su accionar contra los palestinos, quienes están sometidos a una permanente y sofocante vigilancia. Por nuestra parte, no caben dudas de que una investigación lo más neutral y objetiva posible permitirá conocer la realidad de los hechos e identificar a los culpables, lo que significará, ni más ni menos, hacer justicia y sentar las bases para respetar los derechos y resarcir a las víctimas y a sus familiares.
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