*Por Pablo Jaruf.
Las últimas semanas, los medios de comunicación se llenaron de notas donde hacían referencia a la dramática situación que atravesaba India debido al salto en la cantidad de contagios y de muertes provocadas por el coronavirus. Sin embargo, la mayoría de estas notas no tenían como finalidad comprender esta situación sino denunciar, como es costumbre, las condiciones sanitarias y de higiene de la población india, a lo que se sumaba notas dedicadas a resaltar costumbres extravagantes como si todos los indios fueran supersticiosos. Quizás el colmo llegó cuando el diario argentino Página12 puso en su portada del 19 de mayo, que la gente en India estaba cubriéndose con estiércol para protegerse contra el coronavirus. De esta manera, lo que era una práctica sectaria restringida a una pequeña población, pasó a primer plano en un diario en la otra punta del planeta. Afortunadamente, la situación en India ha comenzado a mejorar lentamente, pero esta buena noticia no tiene la misma difusión. En este nota daremos cuenta de esta mejoría y pondremos en duda algunos mitos que circularon sobre ese país las últimas semanas.
Sin dudas, llamaba la atención que India, con una enorme población de casi 1 400 millones de personas, hubiera transitado la primera ola del coronavirus casi sin sobresaltos. Pero esta situación cambió de manera rotunda a fines de marzo, cuando los casos aumentaron de repente, convirtiéndose en el país con más contagios y muertes diarias. Las causas, como siempre, son varias, pero es evidente que el gobierno no había tomado las medidas necesarias ante la posible incidencia de las nuevas cepas del virus. Incluso, puede decirse que había subestimado la situación, organizando semanas antes mítines políticos en distintas partes del país. Por su parte, la vacunación, a pesar de que la India es el principal productor de dosis del planeta, avanza muy lentamente, casi sin ninguna incidencia real. El resultado fue la saturación del sistema de salud, la escasez de oxígeno y de medicamentos, y la multiplicación de escenas con piras funerarias masivas, lo que provocó que incluso en algunos lugares faltara madera.
No obstante, más allá de la magnitud del problema y la situación dramática que se vivió en determinadas partes del país, lo cierto es que gran parte de los medios sobredimensionaron la cuestión. Es necesario indicar que, a pesar de que India es el segundo país con mayor contagios del planeta (el primer puesto lo ocupa Estados Unidos de América con 10 millones más de casos en relación con la India), la tasa de muertes sobre la población total es realmente baja. En India, por cada millón de habitantes mueren 203,98 debido al coronavirus, mientras que en Estados Unidos de América, por la misma cantidad de habitantes, mueren 1785,18, es decir, casi un 900% más. En Brasil, fallecen 2077,29, en México 1725,41, en España 1679,65 y en Argentina 1580,52. Los ejemplos podrían seguir, pero es evidente que muchos otros países están bastante peor que India, aún con sistemas de salud mejor preparados. Claro, algunos aducen que estas estadísticas no contabilizan la totalidad de los casos, pues hay muchos que no se registran, lo que es probable, aunque lo mismo cabe decir para otros países.
Sucede, a su vez, que este tipo de comparaciones no son acertadas, pues por la cantidad de su población, India debería ser comparada con todo un continente, no con otros países (a excepción, claro está, de China, que supera por poco los 1 400 millones de habitantes). Por ejemplo, toda Europa tiene 747 millones de habitantes, casi la mitad de la India, por lo que entonces, para hacer comparaciones justas, India debería ser comparada con dos continentes europeos completos, lo que sin dudas la dejaría muy bien parada en términos estadísticos. África entera tampoco llega a la misma cantidad, pues cuenta con poco más de 1 200 millones de personas, con la diferencia que se reparten en un territorio que abarca 30,37 millones de kilómetros cuadrados, mientras que en India se concentran en tan solo 3 millones de kilómetros cuadrados. Esto último es realmente lo grave, pues son dichas aglomeraciones las que permiten una mayor circulación del virus y favorecen sus posibles mutaciones.
Sobre la situación de este país, se ha dicho las últimas semanas que los contagios crecían entre la población joven, lo que demostró ser falso. De todas formas, conviene destacar que la edad media en India es 28 años, por lo que, en comparación con otros países, se contagia gente más joven (en EE. UU. es de 38 años). También hubo alarma por los contagios entre el personal médico ya vacunado, pero eran tan sólo el 0,04% de las personas que habían recibido las dos dosis, números que se repiten en los demás países del mundo. Asimismo, hubo quienes se preocuparon por el humo de las piras funerarias. Sobre esto último, es cierto que la contaminación del aire es un problema grave de India, pero no cabe asumir que el humo de las piras haya aumentado de manera significativa los índices acostumbrados.
Afortunadamente, la situación comenzó a mejorar los últimos días. No solo disminuyó la cantidad de contagios diarios sino también de las muertes. La tasa de letalidad se ha mantenido en un 1,09%, mientras que la tasa de recuperación ha llegado a un 82,39%. También cabe destacar la cantidad de muestras realizadas, que al día de la fecha superan los 303 millones. El gobierno, por su parte, finalmente está comenzando a tomar cartas en el asunto, estableciendo medidas gracias a las cuales las fábricas de vacunas comiencen a priorizar la demanda local, dando inicio a lo que ya se presenta como la mayor campaña de vacunación del mundo. El objetivo es producir, como mínimo, dos mil millones de dosis entre agosto y diciembre de este año, pero el problema principal es contar con las materias primas suficientes para llegar a esa cifra. Actualmente, la administración norteamericana está analizando la posibilidad de facilitar recursos al Instituto Suero de India, el mayor productor de vacunas del mundo, encargado de elaborar las dosis de Covishield, bajo licencia de AstraZeneca, empresa cuyo financiamiento hoy día depende en un 97% del Reino Unido, la Unión Europea y EE. UU. El debate central, en este momento, es la liberación de patentes, cuestión íntimamente ligado a la geopolítica, problema que ampliaremos en una nota posterior.
Como vemos, lo más recomendable es evitar los sensacionalismos y analizar los datos en su contexto. Dicho esto, no debe menospreciarse la situación que vive la India, pues mientras el virus siga circulando y mutando, ningún país estará protegido. Para que podamos retomar la tan deseada normalidad, es necesario que todos contribuyan a disminuir los contagios allí donde se multiplican, para lo cual es necesario analizar cada situación específica, sin caer en estereotipos que deformen la realidad de la epidemia.
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