*Por Pablo Jaruf
Pues bien, el proyecto del Colectivo Chuang propone una mirada alternativa, basada también en el marxismo, pero con una mirada crítica hacia el Partido Comunista Chino. Su propuesta consiste en una historia materialista que trata de contemplar el rol desempeñado por todos los actores sociales, no sólo las facciones al interior del Partido, sino también los distintos tipos de campesinos, de obreros, de estudiantes, de militares, de funcionarios, entre otros. El objetivo de este primer volumen, específicamente, es explicar el origen, consolidación y crisis de lo que denominan "régimen socialista de desarrollo", el cual caracterizó las dos primeras décadas de la República Popular y tras cuyo fracaso inició la transición hacia al capitalismo. Los ejes que organizan los contenidos de la obra son: 1) la creación de China como una entidad económica unificada; 2) la fusión entre el Partido y el Estado; y 3) la imposición de una estricta división urbano-rural.
El libro se divide en seis capítulos. El primero, "Transiciones", y el último, "Desligamiento", sirven a modo de introducción y de conclusión donde, de forma breve, sintetizan los objetivos y las ideas centrales. El segundo capítulo, "Precedentes", comienza dando cuenta de la naturaleza dual de la producción rural, que los autores rastrean hasta la Dinastía Ming, naturaleza que será profundamente trastocada una vez el Partido Comunista tome el poder. Continúa dando cuenta de los procesos de industrialización, distinguiendo entre las ciudades portuarias de la costa este, caracterizadas por la industria liviana y una estructura descentralizada, y la región del noreste, en Manchuria, donde predominaba la industria pesada y la centralización. Finalmente, plantea los desafíos y contradicciones a los que se afrontaron los líderes comunistas que, formados en un lucha de guerrillas campesina, debieron emprender reformas para desarrollar una industria nacional que permitiese lograr una rápida transición al socialismo.
El tercer capítulo, "Desarrollo", constituye el núcleo de la obra. Los autores detallan los distintos proyectos llevados adelante por las autoridades, destacando la naturaleza a veces improvisada de tales medidas, que en ocasiones simplemente validaban lo que eran prácticas originadas de experiencias de base local exitosas. También explican los procesos de nacionalización de las ciudades y la colectivización del campo, prestando atención a los pormenores del Primer Plan Quinquenal (1953-1957). A su entender, más allá de que este plan aumentó la producción y la calidad de vida, provocó fuertes protestas, impulsadas en su mayoría por trabajadores urbanos jóvenes de origen rural, que no sólo recibían menores salarios, sino que debían trabajar horas extras de forma gratuita y tampoco participaban en la gestión de las empresas. Todo lo interior coincidió con el clima de protestas inaugurado tras la Revolución Húngara de 1956, por lo que las autoridades debieron lanzar la Campaña de las Cien Flores (1957), logrando así canalizar los reclamos. Este capítulo finaliza explicando que fueron estas tensiones las que obligaron a buscar una solución a los problemas, adoptando la política del Gran Salto Adelante, lo que no era más que, según palabras de los autores: "acelerar a través del cuello de botella para escapar de él".
El cuarto capítulo, como indica su título, "Anquilosamiento", da cuenta de la debacle del "régimen socialista de desarrollo". Tras la crisis provocada por el fracaso del Gran Salto Adelante, se sucedieron una serie de reformas erráticas, tanto en el campo como en la ciudad, se incrementó la militarización y el rol de la ideología, dando lugar al culto de la personalidad, primero de Liu Shaoqi y después del propio Mao, pronunciándose las tensiones al interior del Partido. Todo lo anterior sirve de prólogo al quinto capítulo, "Perdición", centrado en la Revolución Cultural, desde su origen entre los universitarios de Beijing hasta la conformación de la Comuna de Shanghái. La rápida radicalización del proceso se debió, por un lado, a que las condiciones de los trabajadores que se rebelaron una década atrás habían empeorado, y, por otro lado, a la emergencia de un sector de intelectuales que, en nombres del maoísmo, exigían la purificación del Partido. Según los autores, este proceso revolucionario sería derrotado por el propio Mao y el Ejército de Liberación Popular, que en nombre de las demandas de los trabajadores, comenzó a formar comités fuertemente controlados por el Partido -en este momento ya totalmente fusionado con el Estado- y a perseguir a los sectores más críticos, acusándolos de anarquistas y/o de economicistas.
Como se advierte, se trata de una obra relevante para todos aquellos interesados en la historia social y económica del país desde una perspectiva crítica. Sin embargo, es necesario remarcar que su lectura no es sencilla, pues supone conocimientos mínimos tanto de la historia de la República Popular como de teoría económica marxista. Asimismo, puede que el texto por momentos se vuelva un tanto pesado, debido a la extensión de varios de sus capítulos, como por ejemplo el segundo y el tercero, pues cada uno supera las cincuenta páginas.
Para quienes se animen a su lectura, comentamos que ya está disponible en español el segundo volumen, titulado Polvo Rojo. La transición al capitalismo en China, al cual pueden acceder a través del siguiente enlace: http://espai-marx.net/?p=7930. Es bastante probable que más adelante subamos otra nota reseñándolo. Mientras tanto, les recomendamos consultar el blog del Colectivo Chuang, donde además pueden acceder a notas de actualidad y de debate.
Comentarios
Publicar un comentario