La desilusión: crítica de la película india "El adversario" (1970), de Satyajit Ray

El bengalí Satyajit Ray, director de La trilogía de Apu, nos ofrece en El adversario ("Pratidwandi", adaptación de la novela del escritor Sunil Gangopadhyay) su obra más experimental, aunque no descuida el realismo que siempre le ha caracterizado. En este film, estrenado en 1970, la historia de Siddharta, un joven estudiante desocupado, sirve para capturar el tumultuoso clima político y social de la India en los años setenta.

*Por Alan Eloy Tévez

La escena resulta sumamente representativa: Siddharta, un joven de veinticinco años que está desocupado desde la muerte de su padre (quien era el único sostén de la familia), asiste a una entrevista de trabajo donde le preguntan cuál es el hecho más relevante de los últimos diez años (estamos en el año 1970). El joven lo piensa pero no duda: "La guerra de Vietnam". Sus interlocutores se muestran extrañados y le preguntan por qué eligió ese hecho y no el primer alunizaje de 1969, ante lo cual él reafirma su posición al destacar el coraje del pueblo vietnamita contra la ocupación estadounidense. Se puede imaginar fácilmente el resultado de aquella entrevista en un contexto histórico donde afloraba la violencia política, el surgimiento del movimiento Naxalita y un desempleo rampante.

Así pasan los días de Siddharta (soberbia e hipnótica interpretación de Dhritiman Chatterjee), entre entrevistas de trabajo infructuosas, el calor sofocante de la ciudad de Calcuta, los viajes en autobuses atestados de gente y un deambular constante por las calles que no lo lleva hacia ningún lugar. La desocupación ha interrumpido sus estudios de medicina y también le ha enfrentado a una realidad desconocida: el sobrevivir en medio de una ciudad asfixiante que parece expulsarlo a pesar de sus esfuerzos por quedarse en ella.

En el marco familiar, se ve alejado de sus hermanos. Su hermana Sutopa es el sostén de la familia y a Siddharta le incomoda la relación que mantiene ella con su jefe; también le preocupa su hermano Tunu, quien se ha unido al movimiento revolucionario y no quiere que termine abatido por las fuerzas de seguridad. Ninguno de los dos quiere escuchar sus consejos o sus intervenciones, y él añora, en cierto sentido, los tiempos en que eran niños y todo era más sencillo.

Pero Siddharta también ha cambiado. Se lo ve sumido en la inacción y la angustia, desilusionado con la realidad que le toca observar todos los días. Su principal dilema radica en cómo mantener los ideales en una sociedad donde la falta de moral, la corrupción y la violencia están a la orden del día. A pesar de tener un sentido de la justicia, no halla forma de canalizarlo como una lucha abierta contra el sistema porque no es un militante político. Su mejor amigo le critica su carácter vacilante y reflexivo: "Tú siempre estarás pensando en las cosas que nunca vas a hacer" le espeta.

En medio de tanto clima confuso, tratará de encontrar una dirección cuando conoce a una joven llamada Keya. Pese a que su situación laboral lo impide, ambos tratarán de establecer una relación. Siddharta también deberá hacer frente a una elección inminente: continuar en la ciudad buscando trabajo o aceptar una oferta para trabajar fuera de Calcuta.

Esta película es una adaptación de la novela homónima del escritor bengalí Sunil Gangopadhyay y también es parte de la Trilogía de Calcuta junto a Compañía Limitada (1971) y El intermediario (1976). El director Satyajit Ray hace uso de un estilo que tiene la forma del realismo pero con trazos de experimentalismo (similar a Jean-Luc Godard) que aumentan el carácter poético de un film eminentemente político. Las escenas en negativo como la del funeral del padre, además de la utilización de los sueños y flashbacks refuerzan la significación en una narrativa lineal.


El adversario, en definitiva, es una cinta que condensa el sentimiento de desánimo y frustración en muchos jóvenes de su generación frente a la desigualdad y falta de oportunidades, pero esto también atraviesa cualquier época y contexto. Tanto de aquel que optase por alguna alternativa política como del individuo que no ve una salida clara, el panorama resulta ser el mismo: el de una constante desilusión que, no obstante, puede abrir nuevas puertas aun cuando todo alrededor pierde brillo.

Película original, en lengua bengalí, con subtítulos en inglés

Comentarios

  1. Excelente reseña. Dan ganas de ver la película y de empatizar con esta historia.

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    1. Gracias por leer.

      Desde el equipo de Asia Good News consideramos también que es una excelente nota de Alan Tevez.

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